Sin más labial en los labios, ni más gotas de lluvia sobre la cabeza te dije adiós y decidí iniciar un nuevo siglo en mi vida...
la respuesta que debías enunciar en algún momento de la noche, innecesariamente, la conocí al decir hasta pronto y voltear instantaneamente para ver tu mirada, que decía lo que tus labios callaron, reteniendolo entre aquellas comisuras entreabiertas que dejan ver tus dientes...
estoy segura que volverás y volveremos, el tiempo y sólo él mismo definirá el encuentro.. así que hasta pronto... y recuerda siempre, que lo único necesario para conciliar el sueño es tu voz arrullando y dominando cada uno de mis miedos...
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