26 de mayo de 2009

sin la mirada

Entre otras cosas veo pasar las horas en aquella mecedora donde el tiempo cree pasar, pero no camina por más que me columpio, sigo tomando la misma cantidad insulsa de café y comiendo las galletas rancias mientras espero que mis secretos no sean liberados, como aquella tarde donde te dije por equivocación toda la verdad de nuestra familia y palideciste al pensar que lo ocurrido había sido culpa de mi madre, que no era la tuya, pero a la que cuidabas y procurabas como propia, y vi como cada uno de tus ojos se estremecía y el miedo se fue apoderando de las miradas, de los gestos y del sudor...
Mientras espero con la boca llena y el corazón vacío, tu miras la ventana y esperas que el secreto pronunciado aquel día se esfume del eco que pronuncia tu nombre al crujir entre cada una de las habitaciones donde quedaron guardadas las migajas de pan que devoro tu padre antes de morir...
El final de la agonía está por llegar tu, él, ella quizá hasta mi conciencia lo sabe, pero la espera continuara igual que el embrujo anidado en mi ser hasta el día en que regrese el tiempo y vuelva aquel viento en el que no se escuchaba más que el palpitar de la nada...

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