3 de julio de 2009

la sirena


...abrió la mano y dejo correr sobre los lechos de coral, cada partícula que su tenue corazón había almacenado a lo largo de todos los años en que se había creído feliz; corrió y dejo de lado aquellos ropajes que inmovilizaban su diminuto y perfecto cuerpo; trato de volar para tocar la brisa de las olas que golpeaban cada una de las rocas que protegían aquel viejo lugar;

hizo de todo con tal de volver a ser ella, pero todo esfuerzo en absoluto fue vano e inservible, las lágrimas, los lamentos, las búsquedas



...Al final, como en el principio había quedado en soledad, en esa que todos tratan de dejar de lado por temor a ser olvidados, no volvió a pronunciar palabra, jamás nadie volvió a ver sus hermosos risos color rojo, ni su par de pies que parecían alas;


...en su soledad decidió salir sonreirle al sol y hacer con él un pacto en el que él jamás volvería a tocar con sus rayos su suave piel , y él o ella por ninguna razón invocaría su nombre o pediría favor alguno al gran astro, sólo tendrían la capacidad, como si el sol fuera una persona, de sentir el dolor de haber sido parte del misterio mismo que se esconde mientras la luna se mezcla con el sol

1 comentario:

MiKe dijo...

mmmmmm....Q hiper genial....hiciste mi dia escribiendo esto...