aún no has regresado, no sé nada de ti, aún te espero... y que más da... ahora la sonrisa ya no es perenne y las lágrimas ahora son cristales, mi bolso negro , donde un día guarde alegrías, hoy carga con miles de penas, con noches de insomnio y de dolor profundo, pero aún así cada mañana me levanto con la firme convicción de que vendrás a mi encuentro;
quizá hoy, quizá mañana, quizá nunca...
la gente continua su camino siempre lineal, sin voltear su mirada hacia mí, que estoy sentada a la orilla del mismo monumento en ruinas, que lloro o rio según la polaridad de mis sentimientos, según la profundidad del dolor, según el padecer del cerebro atestado de razones, de ideas y de conclusiones.
podría salir a buscarte, lo he pensado un centenar de veces, pero la desidia se apodera de mi corazón, quién se rehusa a buscarte por las calles lúgubres y frías de esta gris cuidad. mis manos congeladas se niegan a dejar el cobijo de los guantes y mi cabeza llena de rizos oscuros y esponjados prefiere tú partida a la nueva despedida que vendrá con tu regreso....
mejor evoco al silencio reparador del espiritu evitando pronunciar tu nombre, es más ya ni lo recuerdo; evitando recordar tu figura para no sufrir, así te evito y evitaré por siempre... ya no te deseo, ya no me haces falta, eres sólo el remanso de un objeto que perdí hace unas noches mientras caminaba sin rumbo fijo por la acera de una calle totalmente iluminada de focos de colores y de anuncios luminosos que nos recrean la idea de un mundo psicodelico lleno de luz y technicolor...
obedezco a mi instinto de supervivencia y te borro por momentos de mi entorno, pero qué sucede cuando mi razón , irracional y poco responsable de mi salud, te piensa, instantaneamente comienzo a sufrir o ha desearte, en ese proceso de asimilación de lo sucedido me escondo tras los escombros de mis guiños, tras la luz tenue de las lamparas o en el incipido olor y sabor de un café express.el enigma quedo en el vacío, mi dolor en la bolsa, tú persona en alguna banca del parque donde algún día te dije que te amaría eternamente, mi persona guardada debajo de un abrigo esperando la llegada de un nuevo amor que le cobije, y le ponga vendas cada una de las heridas de su cuerpo y corazón...
... han pasado miles de segundos, millones de minutos y un centenar de horas, aún no regresas, ni se nada de ti, el recado quedo borrado y mi espera consumida... el bolso olvidado y tu imagen en el álbum de los recuerdos...
el amor aún no llama a mí puerta, pero cómo hace unos minutos convertidos en milenios mi espera es real y sentimental... mi dolor es profundo y mi sonrisa sincera...
vuelvo y me siento en la orilla de aquel museo en ruinas, donde se mostraban las glorias patrias y los cuadros mal hechos de algún pintor desconocido,
así del mismo modo cómo te conocí , hoy espero que el enigma prodigioso del tiempo diga si soy una metáfora de la soledad del museo o su acompañante ocasional.....
4 comentarios:
EL tiempo es un enigma y los enigmas frustraciones que nos acompañan por el mundo de la incertidumbre... ¿Por qué esperar? Hay que salir a buscar, a pelear por lo que es nuetro, a que nos rajen la troompa por no saber defendernso... eso es libertad
a veces esperar es bueno, pero solo a veces...
¿es una de esas veces?
esperar es bueno, cuando ya estas cansada de correr
La espera, como Penelopea, es Estoica, guarda la desesperación en un bolso de piel marrón, como dice Serrat, Pero qé sucede cuanod las desciones s toman, y una de ellas es no esperar, salir corriendo sin detenerce al tiempo. él regresó, creo, me ahn contado, pero creo que nadie lo esperaba, nadie.
él nunca regreso, él no existió es sólo una ficción a la que me aferre, mi querido cicuta... y si lo conoces saludamelo y dile que le deseo lo mejor del mundo.
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ya no espero Adita, ya salí corriendo y gracias a mis tenis ultrasónicos aún no me he cansado....
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soy libre, he salido, camino, aún no me rompen la cara , pero ya no espero, hoy soy más enigma que tiempo, hoy soy y punto.
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